El Galgo (The Greyhound)
2017
EN
The traditions in Spain pass from generation to generation, being very difficult to change or modify the behavior of some individuals, and even the human sentiment towards the animals. This is the case of greyhounds in Spain, used as mere tools for hunting and without generating any kind of emotional connection with the hunter, who, when the time comes, does not have any kind of remorse when it comes to ending the life of the animal, since it is not useful, and doing it in such diverse and twisted ways that escape to all understanding on the most respectful consciences, human and contemporary.
"50,000 greyhounds are killed every year in Spain. Many galgos are hanged by the system of the "pianist", that is, touching the ground with the tips of the hind legs, to prolong their agony and suffering, thrown into wells with a stick pierced in the mouth from top to bottom, injected with bleach , smashed to blows or burned alive, which is being very frequent for not being able to identify them and avoiding complaints"
AGENCIA EFE
ES
Las tradiciones en España pasan de generación en generación, siendo muy complicado cambiar o modificar el comportamiento de algunos individuos, e incluso el sentimiento humano desprendido hacia los animales. Este es el caso de los galgos en España, usados como meras herramientas para la caza y sin llegar a generar ningún tipo de vínculo emocional con el cazador, el cual, llegado el momento, no tiene ningún tipo de remordimiento a la hora de acabar con la vida del animal, ya que no le es útil, y haciéndolo además de maneras tan diversas y retorcidas que se escapan a todo entendimiento por parte de las conciencias animales mas respetuosas, humanas y contemporáneas.
“50.000 galgos son asesinados todos los años en España. Muchos galgos son ahorcados por el sistema del "pianista", es decir, tocando el suelo con las puntas de las patas traseras, para alargar su agonía y sufrimiento, arrojados a pozos con un palo atravesado en la boca de arriba abajo, inyectados con lejía, destrozados a golpes o quemados vivos, lo cual está siendo muy frecuente para no poder identificarlos y evitar denuncias.”
AGENCIA EFE
